En el corazón de la ciudad de San Justo, la Escuela Normal Superior N.º 31 “República de México” guarda más de un siglo de historia ligada a la educación pública argentina. Su origen se remonta al 17 de enero de 1910, cuando el Estado nacional, en el marco del Centenario de la Patria, impulsó la creación de las Escuelas Normales Rurales Mixtas con el propósito de formar maestros y maestras que pudieran ejercer en las zonas rurales del interior del país. Entre ellas, se fundó la Escuela Normal Rural Mixta de San Justo, cuya apertura al público se concretó el 11 de abril del mismo año.
Los considerandos del decreto fundacional expresaban con claridad los desafíos de la época: la escasez de maestros en todo el territorio y la necesidad de crear instituciones que prepararan docentes dispuestos a enseñar en las campañas. Por ello, se buscó instalar escuelas formadoras en los mismos lugares donde sus egresados ejercerían. En San Justo, el proyecto encontró impulso en figuras locales como el Dr. Manuel M. de Iriondo y el Sr. Francisco Angeloni, cuyos esfuerzos permitieron que la iniciativa se concretara. El primer director designado fue Juan O. Gauna, quien dio los primeros pasos en la organización institucional.
A lo largo del siglo XX, la escuela fue consolidándose como un verdadero faro educativo para la región. Desde sus inicios, ofreció a jóvenes de origen humilde la posibilidad de acceder a una formación docente de calidad, abriendo también las puertas del magisterio a las mujeres, en un tiempo en que la docencia se convertía en una vía de realización personal y de participación social. Su carácter rural y mixto expresaba una profunda vocación democrática: educar a todos y para todos, sin distinción de género ni procedencia.
Con el correr de las décadas, la institución acompañó los cambios del sistema educativo argentino. De aquella escuela normal rural surgió la actual Escuela Normal Superior N.º 31 “República de México”, integrada hoy al sistema provincial y a la Red del Instituto Nacional de Formación Docente. La adopción de su nombre actual evoca los lazos de fraternidad latinoamericana y el espíritu de cooperación entre los pueblos, valores que continúan orientando su tarea formadora.
Actualmente, la escuela ofrece el Profesorado de Educación Primaria, heredero directo de aquella misión original de preparar docentes comprometidos con la enseñanza y con la comunidad. En sus aulas, la tradición y la renovación se entrelazan: la historia centenaria se vive en cada acto escolar, en los proyectos institucionales y en las prácticas profesionales que vinculan a los futuros maestros con las escuelas del territorio.
Más de cien años después de su fundación, la Escuela Normal Superior N.º 31 sigue siendo un espacio de encuentro, de aprendizaje y de identidad. Su trayectoria testimonia la fuerza transformadora de la educación y la profunda huella que los docentes dejan en la vida de las personas y en el desarrollo de sus comunidades.
“Los maestros no solo enseñan a leer y escribir; enseñan a mirar el mundo con esperanza.”
